lunes, 25 de abril de 2011

APROBACIÓN DE LA LEY DE EDUCACIÓN SUPERIOR


La Asamblea Nacional de Ecuador aprobó un polémico proyecto de reformas a la Ley de Educación Superior, que deberá ser remitido al Ejecutivo que, tras analizarlo, puede aprobarlo o vetarlo, total o parcialmente.
La ley se aprobó con 63 votos a favor, 47 en contra, un voto en blanco y doce abstenciones, lo que totalizó 123 legisladores presentes en la sesión de los 124 que componen la Asamblea.

El presidente de la Asamblea, Fernando Cordero, del oficialista movimiento Alianza País, explicó entonces que se suspendía la votación mencionada anteriormente con el fin de "socializar" de mejor manera las reformas planteadas tras unas recientes observaciones a un anexo del proyecto de 26 artículos.
Entre sus aspectos polémicos, la reforma educativa, de más de 200 artículos, incluye la creación de un Consejo de Educación Superior, integrado por seis directivos elegidos por concurso, cuatro representantes del Ejecutivo y uno de los estudiantes.
Autoridades académicas y estudiantes habían criticado esta reforma por considerar que eliminará la autonomía universitaria y permitirá al Estado tener un control total en los centros de educación superior.
La Ley de Educación Superior se debate desde noviembre de 2009 y, según el Gobierno, articulará el funcionamiento de las universidades con la educación media y primaria, y responderá a las necesidades establecidas en un Plan Nacional de Desarrollo del Estado.

Linkografia:

martes, 19 de abril de 2011

SORPRESA O ADMIRACIÓN ANTE LA CRISIS DIPLOMÁTICA DE EE.UU Y ECUADOR

La crisis diplomática con los EE.UU. desatada  a raíz de la declaratoria de “persona no grata” de la Embajadora de los EE.UU. muestra una diplomacia ideologizada, a criterio de algunos observadores.
Para muchos no fue una sorpresa, para otros, principalmente para los sectores políticos y económicos, mas que sorpresivos fue admirable. El declarar a la embajadora de EE.UU, como “persona no grata” era un acto radical del gobierno al negarse a explicar un cable diplomático atribuido a ella, sobre las presuntas corrupciones generalizadas en las filas de la policía ecuatoriana.
De parte del gobierno este caso se ha venido manejándolo como algo pasajero y han sabido decir que no ha pasado nada y que no pasara nada por lo que están minimizando el barullo que ha generado la expulsión de la embajadora de EE.UU como que cualquier gobierno aceptara impávido que su representante ante un “país amigo “se  expulsado vergonzosamente de buenas a primeras, sin cuestionar las razones que supuestamente imponen esa medida extrema.
Parecía no importar que el prestigioso embajador ecuatoriano sea devuelto al país con similar adjetivo, ni que se ponga en juego las preferencias arancelarias, ni que dificulte contactos mas fluidos entre los dos gobiernos.
No nos damos cuenta que esta decisión de expulsar a la embajadora puede afectar y conllevar a situaciones preocupantes para nuestro país, que no son productos  de  un rompimiento  de relaciones entre ambos países, que pese a los problemas han sido fraternas, si no en las relaciones comerciales, las inversiones y los apoyos que hemos tenido históricamente desde los EE.UU, esto preocupa a nuestro gobierno  pues no. Lo valido e importante es la imagen del Presidente, la soberanía, la dignidad pero todo esto visto de la perspectiva gubernamental.
Lo grave esta en publicar este barullo, en promover el escándalo y dañar la confianza entre los dos países  sin importar las consecuencias que de ese acto mezquino se deriven en nuestro país. Por lo tanto este acto ha causado dos efectos en la ciudadanía, una sorpresa y  por otra parte admiración al ver como nuestro gobierno sigue trabajando.